sábado, 28 de mayo de 2011

Carol y su Ángel

http://lahorainterminable.blogspot.com/2007/11/mi-nio-morenito.html

¡Estoy enamorada de su sonrisa!

La primera vez que lo tuve en mis brazos
Fue el inicio de una relación de amor
Sus ojos oscuros
Transmiten una serena confianza
Su risa sanadora es como alegre campanada
Su seriedad y formalidad me confunden
Él es parte de mí, soy parte de él
Está lleno de sueños:
Suena con un post-grado en París,
Tener un avión privado y ser Presidente.
Tiene otros sueños más audaces,
Como ir hasta la luna y traerme de regalo un rayito de luz…
Tiene paciencia
Es organizado
Sabe que primero existe el deber
Y luego el placer
¡Me quiere tanto, tanto, pero tanto,
que sus brazos no alcanzan para demostrármelo!
¡Tiene una manera tan suya de analizar las cosas!
“Los Domingos se hicieron para estar juntos, y comer helados”
En su cabeza no cabe el desperdicio
“¡La leche que quede se la daremos al gato!”
“¡Voy a ahorrar todo, todito mi dinero para comprarte un edificio!”
Manifiesta orgulloso. ¿Y yo, qué hago? Yo, lo dejo soñar, porque de los sueños y la
perseverancia nacen los hechos.
Tiene un espíritu sensible, que baila con la música
Todas sus lágrimas y sus preocupaciones se disipan
Con el regocijo simple, que le proporciona el vuelo de una mariposa
O el zumbido de un avión.
¡Es dulce!
“¿Crees que un beso te quite el dolor de cabeza?” Pregunta, mi cara entre sus manos. ¡Lo consigue!
Le gusta oír hablar de temas tan complicados
Como el lavado de dinero, la utilidad de las tarjetas de crédito, el buen uso de las computadoras ¡y el maravilloso internet!
Ecologista por naturaleza
Le preocupa la capa de Ozono, la contaminación ambiental
Y la seguridad de las ballenas jorobadas
Está lleno de fe.
Frente a una crisis familiar nos aconseja a todos:
“¡Tranquilos!” “Ya oramos. Ahora solo hace falta esperar”
Aun así, es cauteloso y conoce bien los límites.
“¿ Quieres que le pidamos al Señor que te provea una nueva camisa?”
Le pregunto. “No. No creo que eso sea un problema tan serio como para molestarlo. ¡El Señor tiene muchísimo trabajo! ¿No lo sabes, acaso?”
¡Todo él, respira nobleza!
Mi ser romántico lo trastorna
Cuando reclamo su atención hacia el cielo
que nos cubre cada noche, vestido con su manto de luces y misterios,
Me dice: “Ese no es el cielo. ¡Tonta!” Lo que contemplas es el Espacio Exterior”
“En el Cielo…” Y se acerca a mí para susurrarme al oído: “En el Cielo, ¡Vive Dios!”
¡Me encanta su gracia!
Y es que desde que lo conocí
supe que el era un ÁNGEL
Lo que aún no deja de sorprenderme ¡es que solo tiene cuatro años!




Carol Rosalía Cardenes-Grimaldi
Dedicado a Ángel Tomás Cárdenes de la Cruz
Junio 1997
Santo Domingo, Republica Dominicana

domingo, 22 de mayo de 2011

La pequeña Chantal


La pequeña parece una rosa. Inquieta, curiosa, cándida y decidida. No tiene reparos en acercarse a quien le interesa y llenarlo a preguntas:
—“¿Por qué usas ese vestido? ¿Cuántos años tienes? ¿Te casaste?”… O simplemente lanzarle con franqueza:
—“No me gusta tu peinado”.
En una ocasión cuando apenas aprendía a hablar, me señaló con el dedo y preguntó a su madre:
—“¿Cómo se llama ella?”
—“Igual que tú” —fue la respuesta.
En su lógica infantil no hubo más interpretaciones, pues desde ese momento, cada vez que me veía, me llamaba “Igual que tú”.
Corre a mi encuentro en cuanto me ve, rodea mi cuello con sus brazos y me dice al oído:
—“¡Qué bueno que viniste! Te vas a quedar mucho rato ¿verdad?”.
Una vez le presenté a una amiga:
—Mira, Chantie, esta es mi amiga.
—“Eres una niña muy linda” —comentó Giselle”.  — ¿En qué curso estás?”
Chantal movió su cabeza y dijo:
—“No, no es así. Primero tienes que decirme tu nombre”.  —Giselle río y tuvo que admitir que para los niños siempre existe un orden,
Con el tiempo, la pequeña ha crecido, tiene un agujero en su sonrisa y ya sabe escribir. Es coqueta y provocadora, ante un cumplido de su padre responde:
—“¿Vas a comprarme el cuaderno que me prometiste?”.
Hoy es su cumpleaños. Siete años. El número perfecto que tanto le gusta a Dios. Me tocó vestirla.
—“No me gustan los cumpleaños” —me confía. ¿No? Yo creía que sí.
—“Sí …bueno, me gusta ir a los de los otros, no al mío. Pero sí me gusta que tú me peines”. Completa con una sonrisa.
Chantal pasó una tarde feliz, revoloteando como una mariposa. Era el alma de la fiesta y lo sabía. Llegó la hora de partir el bizcocho.
—“Pide un deseo” —la animó la madre. La niña se quedó callada unos instantes;  mientras por mi cabeza pasan tantas cosas: juguetes, ropa nueva, dulces… en fin, lo que les gusta a los niños. Pero no. De pronto la escucho y se me forma un nudo en la garganta. Siento deseos de alzarla y estrecharla en mis brazos. La pequeña ha dicho:
http://www.theprisma.co.uk/es/2011/02/13/una-noche-por-los-ninos-de-la-guerra/
—“¡Quiero que termine la guerra!”

Carol Cárdenes-Gimaldi
20 de enero de 1991
Durante la Guerra del Golfo Pérsico

sábado, 21 de mayo de 2011

Presentación del libro Bajo un mismo sol, por Leibi Ng




BAJO UN MISMO SOL.



Carol Rosalía Cárdenes Rubiera

Semblanza




Carol Rosalía Cárdenes, con su nombre de romance y su aspecto sólido, se quiebra al sostenerle la mirada de niña. Y es que está construida de células de amor de las que la mayoría de los mutantes terrícolas hemos prescindido hoy.
Egresada del Instituto Cultural Domínico-Americano y de la Alianza Francesa, también es Técnica por el Centro Cristiano de Asesoría Familiar, CECAF.
Su vida profesional es la comunicación y el servicio. Sin embargo, la necesidad de abordar la Literatura Infantil y Juvenil, la motiva desde hace muchos años y aunque es básicamente creadora, para ella será inevitable incursionar en la difusión y valoración de esta importante rama de la literatura. PoR eso es miembro del Grupo de Literatura Infantil y Juvenil Pedro Henríquez Ureña y tiene tantos deseos de trabajar. Dibuja, colorea, narra, declama, hace títeres y asume a los sobrinos casi con tanta responsabilidad como sus propios padres.
Carol Rosalía Cárdenes es uno de los seres humanos que todavía saben escuchar y como buena escritora, también es observadora. Ella regala serenidad en una época en que todos estamos moviéndonos en múltiples búsquedas.
Uno de los problemas que siempre preocupa a los creadores de literatura, a los padres y a los maestros, es cómo hacer disfrutar a un niño del placer de la lectura. Nosotros tenemos la repuesta con la madre de Carol Rosalía, Doña Rosalía Rubiera de Cárdenes, una verdadera amante de la cultura. Contra un medio adverso, nada inspirador, esta dama ha sabido inculcar a sus seis hijos no sólo el placer íntimo y apasionante que se encuentra en los libros, sino la vocación de actuar sabiendo expresarse con las artes del lenguaje y haciendo, sin saberlo, lo que Hans Cristhian Andersen: encontrar poesía y fantasía en cada acto cotidiano de la vida. De manera concluyente, un buen lector transmite a sus hijos el don, por eso tenemos que mencionar a la madre de Carol como guía y ejemplo para formar hijos creativos, sobrinos, ahora nietos y hasta vecinitos, por lo que a mis hijas toca.
Carol Rosalía, ya lo pueden ver, irradia ternura y timidez y sin embargo, uno intuye que dentro de ella hay una recia personalidad normada por la firmeza. Una firmeza que nace de su anhelo de llegar a los demás a través del manejo de las palabras con todas las consecuencias. La enfermedad de los escritores la corroe y se ve condenada a expresarse para rehacer el mundo en cada narración, en cada cuento, en cada cuartilla embadurnada frente a sí porque si no, se le muere algo por dentro.
Sólo quien sabe de timideces y humildades puede captar cabalmente lo que significa esta noche para Carol Rosalía.
Dirigido a los seres con quienes mejor se entiende, aquí está su primer libro. El primero en lo que esperamos sea una fructífera carrera, como le ha augurado nuestro más insigne escritor, el profesor Juan Bosch. Carol sabe que esto es un compromiso que le hace a la infancia y esto sí que es un asunto de envergadura.
Digamos que Carol Rosalía Cárdenes ha nacido esta noche. Que al mismo tiempo ha parido su primer libro asistida por sus compañeros, especialmente Lucía Amelia Cabral; que su "bebé" ha sido bautizado, en una clara alusión a los Derechos de los Niños con el nombre: Bajo un Mismo Sol y que este no es más que una pequeña muestra del enorme potencial de literata que guarda en su alma de hada y que promete desplegarse página por página de ahora en adelante, no sólo para los niños y los jóvenes, sino para todos los que llevamos la fantasía en nuestras vida, sin importar nuestras edades.
Yo pido que Dios bendiga a Carol Rosalía Cárdenes esta noche especialmente y de aquí en adelante por siempre para bien de nuestra literatura infantil.
Leibi Ng
30 de octubre de 1995


Mi querida Carol, ahora de Grimaldi, se ha casado y tiene dos hermosos niños, una pareja. Hace años vive en los Estados Unidos de Norteamérica y sé que tiene cuentos y poesías guardados en alguna gaveta que un día abriremos juntas. Así lo espero. ¡Bendiciones, amiga!

Leibi NG





La estrellita perdida, por Carol Cárdenes-Grimaldi

La Estrellita Perdida

 

En el cielo se ha armado un gran revuelo y no ha de ser para menos, pues se ha perdido una estrella.
-¡No sé dónde pudo haberse perdido! -lamentaba quejumbrosa Porción Brillante, -si yo misma la coloqué allá junto a Cerco Luminoso.
-Por descuidada ha de haberte pasado -reprochó Siempre Alerta -las estrellas pequeñas nunca, nunca, nunca se dejan solas.
-Seguro que cayó en uno de los grandes hoyos negros -sollozaba Tierna Luz- y sus lágrimas eran como grandes gotas de cristal que al caer al espacio se convertían en polvo cósmico color rosa, verde, violeta...
Pues ante todo, debemos encontrarla -indicó Siempre Alerta. Fue así como las estrellas hermanas se pusieron de acuerdo.
La vida allá arriba es muy ordenada así que no se podía perder mucho tiempo formando comités, ni programando estrategias. Tomaron acción y formaron una gran ronda exploratoria. Se movían al compás del gran Universo que emitía sonidos musicales en armoniosa danza.
Muchas luces después, Porción Brillante recorría la Vía Láctea, luego de deslizarse por los anillos de hielo, tropezar con algunos meteoritos y patinar entre los satélites que bailaban alrededor de los planetas.
Al fin la vio. ¡Estaba allí! Pero.. ¡Qué extraordinaria sorpresa! No era la misma estrella. Es decir, estaba toda transformada.
Porción Brillante apenas reconoció a Estrellita Perdida. Le hubiera pasado por el lado, de no haber sido porque ésta conservaba el mismo brillo, calidez y hermosura.
Pero, ¿quién la había colocado allí? ¡Era increíble! Estaba totalmente desintegrada. ¿Sería acaso obra misteriosa del Gran Creador? Seguramente lo había hecho para llenar de luz, calor y alegría el corazón de la gente.
Estaba en todas partes y en cualquier lugar, en Oriente y en Occidente, al Norte y al Sur... la Estrellita Perdida, con toda su brillantez, se encontraba cuidadosamente repartida y difuminada en la mirada de cada niño que habita el Planeta Tierra.

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HUELLAS DE LA LEYENDA, EDICIÓN BANRESERVAS

HUELLAS DE LA LEYENDA, BANRESERVAS

 LETRA MENUDA domingo, 5 de septiembre de 1999 / Última Hora Huellas de la ciguapa / Lic. José Rafael Lantigua
La literatura infantil dominicana, por ser de hechura reciente, tiene aún un largo trecho por recorrer.
Empero, resulta estimulante, y de alguna manera es un indicio bastante revelador de la impronta vigorosa de nuestra actividad literaria, el que se vaya acrecentando la nómina de escritores para niños y niñas, cada vez más productiva y creadora.
La loable decisión de crear un premio de literatura infantil dentro del programa de los galardones literarios que entrega anualmente la Secretaría de Educación y Cultura, habrá de contribuir a esta forja, aunque todavía deban nuestros escritores para infantes madurar aspectos fundamentales de su escritura y dar mayor solidez argumental y de técnica expositiva al trabajo que realizan.
Los textos, mientras tanto, dedicados a los niños -estamos a espera de que se desarrolle la literatura juvenil que es un género descuidado entre nosotros-, aparecen cada vez con mayor frecuencia y escritores tenemos que tienen ya su nombre asegurado entre los primeros oficiantes de este género que tiene de frente esperando a un público cautivo, de insospechado crecimiento.
Hace poco, la colección Banreservas publicó un muestrario de esa literatura infantil tan activa, ofreciendo una especie de antología con cuentos relacionados con el tema de la ciguapa.
Lo presentaron dos escritores veteranos de sus trabajos narrativos, Marcio Veloz-Maggiolo y Manuel Mora Serrano.
Un total de 10 escritoras -y un solo escritor-, se encuentran en este volumen de preciosa confección para desarrollar relatos con este tema cautivador y siempre lleno de misterio, porque como parte del imaginario popular motiva la fantasía y el asombro.
El conjunto de los relatos es regocijante, sobre todo para los que estamos siguiendo paso a paso el desarrollo de la cuentística infantil dominicana y la comparamos a fines de examen evolutivo con otras cuentísticas del género de distintas partes del mundo, en especial de latinoamérica.
La selección es la siguiente: Nelly García de Pión (Lo mejores peluqueros), Eleañor Grimaldi Silié (El sueño de Penélope), Aidita Selman (La ciguapita), Margarita Luciano López (Por qué las ciguapas salen de noche), Rafael Peralta Romero, único hombre en el grupo (Alguien desordenó esta cocina), Carol Rosalía Cárdenes Rubiera (Hierbita, hierbita, evita que me den una pelita), Aída Bonnelly de Díaz (Sí-guapa!), Marianne de Tolentino (La ciguapa del pintor), Brunilda Contreras (Lilli, la ciguapita ternura), Lucía Amelia Cabral (La sirena del monte) y, Leibi Ng (La leyenda del sol y la noche).
Es relevante el hecho de que la literatura infantil ha sido asumida por un grupo donde se encuentran escritores y escritoras que yan han surcado otros géneros, y por tanto ya con nombre en el ambiente literario, algunas incluso, como los casos de Aída Bonnelly y Marianne de Tolentino, con una importante presencia en otros aspectos del haber literario desde hace muchos años.
Sólo dos o tres han comenzado a descollar justamente por sus trabajos infantiles.
Esto quiere decir que la literatura infantil se augura potente y rica y que, por tanto, tiene un futuro que se ganará con constancia, calidad y mejoramiento progresivo.
Quizá deban salvarse algunas tramas excesivamente simples -salvo si se especifica para qué edad se escribe, si para un niño de 5 años o para uno de 10-, o en su otro extremo, las elaboraciones poéticas que rebasan la sencillez del argumento infantil para terminar siendo relatos de niños con manufactura adulta, lo cual no es aconsejable.
Delimitar bien que sencillez no es simpleza, y que el lenguaje y la trama deben ir parejos, en unión biunívoca, en un relato infantil.
En consecuencia, no deben saltarse con tanta rapidez, que es defecto usual en nuestra literatura infantil, las situaciones narradas y las descripciones ambientales, físicas o psicológicas.
Cuando se salven en algunos de los narradores estos aspectos se estarán escalando nuevos peldaños en ese horizonte promisorio que es la literatura infantil dominicana a la que BIBLIOTECA ha dado especial atención desde siempre y para la cual creó esta sección "Letra Menuda".
En una edición de ensueño, con ilustraciones excelentes de Manuel Emilio González, este volumen patrocinado por el Banco de Reservas es singularmente bello y literariamente hermoso.
Es de esperar que las familias lo reconozcan y adquieran, porque todo niño o niña dominicano debiera conocerlo y disfrutarlo.
HUELLAS DE LA LEYENDA, Círculo Dominicano de Escritores para Niños y Jóvenes; Colección Banreservas, Serie Literatura, Volumen 7; Amigo del Hogar; 1999;183 pp.
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